lunes, 23 de abril de 2012

Chile. Bacteria Clostridium difficile: Todos se lavan las manos...por Alexander Recabarren Baez/ Corporación Acercando Salud/ sentidoscomunes.cl


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“La existencia de servicios concesionados de limpieza, que son renovados periódicamente, no permite que los funcionarios subcontratados aprendan ni apliquen protocolos mínimos de contención de infecciones intrahospitalarias. El hacinamiento de los pacientes y la sobrepoblación de estudiantes ayudan a que éstas se diseminen”.
Por Corporación Acercando Salud, corporación que busca contribuir a la equidad en la sociedad por medio de la promoción de la salud. acercandosalud.cl
Por Alexander Recabarren Baez (@recabaez)
Director de Políticas Públicas e Investigación Acercando Salud (@AcercandoSalud)

Es un hecho que el brote de Clostridium difficile en el Hospital de Urgencia Asistencia Pública (más conocido como Posta Central) ha causado revuelo social. Interpelaciones entre los médicos del recinto y el Ministerio de Salud, un diputado que le atribuye a esta bacteria la muerte del joven Daniel Zamudio y el mismísimo ministro Mañalich reprendiendo públicamente a quien se le cruzara, con tal de defender su cartera, han enlodado una discusión que es importante que la ciudadanía tenga clara. Vamos por parte.

“Los criterios economicistas son los que priman para tratar de mantener en pie a los alicaídos hospitales y consultorios”.

La bacteria Clostridium difficile es un patógeno que puede ser encontrado tanto en la flora intestinal normal de algunas personas, como también al interior de los hospitales como un habitante muy frecuente. Para que un paciente se infecte con C. difficile, hace falta que reciba un tratamiento antibiótico de amplio espectro, que termine eliminando las bacterias normales de la flora intestinal. Esta condición es ideal para el crecimiento de las colonias de C. difficile que eventualmente se encuentren en el paciente. La patogenicidad de esta bacteria va desde un cuadro asintomático, hasta la muerte por una colitis pseudomenbranosa con megacolon, que puede perforar el intestino grueso.
La problemática clínica
La “antibioterapia de amplio espectro” es usada al interior de los centros asistenciales, cuando el paciente presenta una infección bacteriana desconocida. Esta estrategia se plantea de manera temporal, mientras tanto no se realice un antibiograma que permita descalar en el tratamiento. En este caso, descalar significa ajustar la antibioterapia al menor espectro posible, y que permita resolver la infección.

“El Minsal no ha impulsado una política pública que permita combatir aspectos tan graves como la resistencia a antibióticos”.

El uso indiscriminado de antibióticos de manera empírica (es decir, sin realizar un antibiograma), la automedicación, o lisa y llanamente la prescripción errónea de antibióticos ha permitido que las bacterias adquieran resistencia a esta familia de medicamentos. De hecho, la dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS, ha anunciado la proximidad de una era “post antibiótica”, en la que, según sus propias palabras, las operaciones rutinarias serían imposibles y lesiones tan simples como un rasguño podrían ser letales. Algo aterrador a oídos de cualquiera.
La problemática estructural
Para nadie es un misterio que nuestro sistema de salud fomenta el desfinanciamiento del Sistema Público de Salud. Además, los criterios economicistas son los que priman para tratar de mantener en pie a los alicaídos hospitales y consultorios. Uno de estos criterios es la externalización de servicios que no tienen que ver con el rubro de la salud como lo es la limpieza. Evidencia internacional avala que el incumplimiento de los protocolos de limpieza al interior de los hospitales ha causado una mayor presencia de bacterias intrahospitalarias tales como el Clostridium difficile o la Pseudomonas aeruginosa. La existencia de servicios concesionados de limpieza, que son renovados periódicamente, no permite que los funcionarios subcontratados aprendan ni apliquen protocolos mínimos de contención de infecciones intrahospitalarias.
Otro antecedente que se suma a esta problemática es el evidente atochamiento de pacientes y estudiantes de la salud. El hacinamiento de los pacientes (es decir, el incumplimiento de normas mínimas de superficie por camas y la inexistencia de salas de aislamiento) y la sobrepoblación de estudiantes (que per se es un riesgo de bioseguridad) ayudan a que las infecciones intrahospitalarias se diseminen.
Sumado a esto, el esencial lavado de manos es un punto de inflexión para combatir la existencia de bacterias al interior de los hospitales. Anualmente, los equipos de enfermería de diversos hospitales realizan estudios del desempeño de este parámetro, y quienes tienen una menor tasa de cumplimiento de esta práctica son los estudiantes de la salud e increíblemente, los médicos. Y para colmo, está la escasez de elementos de limpieza para los funcionarios de salud. En mi experiencia clínica he evidenciado esta precaria situación, que ya no da para más.
La problemática global: promoción y prevención de salud
Algunos no lo recuerdan, pero hace más 20 años, un brote de Vibrio cholerae (cólera) nos tuvo entre las cuerdas. Para bien de los chilenos, una efectiva campaña del Ministerio de Salud de ese entonces permitió que nuestro país pudiera escabullirse de esta bacteria. Otros países de Sudamérica no tuvieron la misma suerte. Desde ese entonces, el Minsal no ha impulsado una política pública que permita combatir aspectos tan graves como la resistencia a antibióticos.
Una política pública al interior de los centros asistenciales, como la buena prescripción de medicamentos, el descalar en el tratamiento apenas sea posible, un lavado correcto de manos entre paciente y paciente, y esterilizar elementos como los estetoscopios, van en esa línea. Y también una política pública dirigida a la población, que ataque principalmente la automedicación con antibióticos o que promueva la adherencia a la antibioterapia en caso de ser prescrita (vale decir, que el paciente se tome los antibióticos cuando corresponda, y por el tiempo que sea necesario).
Lavémonos las manos, pero de verdad
Es impresentable que de esta contingencia se genere una batahola política, puesto que es algo que rebasa lo estructural, y que trasciende en lo global. En ese sentido, esperamos que los antibióticos sigan siendo una herramienta útil, evitando riesgos innecesarios, y con medidas eficaces y tan simples como el lavado de manos, que en campañas poblacionales, como estrategia de promoción de salud, ha demostrado con creces su efectividad.

Fuente,vìa:
http://www.sentidoscomunes.cl/diario/2012/04/bacteria-clostridium-difficile-todos-se-lavan-las-manos/

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