La lista de periodistas colombianos que no se montaron en un
vehículo militar, que se no colocaron el uniforme y que tuvieron que
dejar el país, fueron asesinados o están encarcelados es bien, pero bien
larga, pero de ellos no se habla...
A propósito del caso
de la retención y posterior liberación del periodista francés Romeo
Langlois y todo el despliegue propagandístico orquestado por la
oligarquía colombiana buscando como siempre desacreditar a la guerrilla.
El tema de la libertad de expresión y de el papel de los medios de
información, que en Colombia son de desinformación y el terrorismo de
estado, vuelve a colocarse sobre el tapete.
Un de las cosas que quedo clara fue de
que “la crónica sobre cómo se vive una operación militar en Colombia”, a
la cual había sido llevado Langlois, era en la practica una obra de
teatro donde se simularía y así se anuncio, la destrucción de un gran
laboratorio de cocaína, que muy seguramente luego adjudicarían a las
Farc ¿y que mejor que un periodista francés que incluso había hecho
documentales con la guerrilla para certificarlo?. Pero resulta que tras
ser liberado Langlois expesó que la prensa había mentido al hablar de
'toneladas de cocaína' cuando se trataba de un pequeño laboratorio de un
campesino, y no de la guerrilla, como muy claramente lo denunció
Langlois.
Sin
embargo la política militar de llevarse consigo a un periodista a un
ataque militar es altamente irresponsable y muestra la política oficial
de cooptar a los comunicadores para colocarlos al servicio del
terrorismo de estado.
“Soldados
por un día”, se denomina el proyecto militar y bajo este muchos
“periodistas colombianos” se han vestido de militar y empuñado las armas
y allí se han quedado, presentándole al pueblo colombiano la versión
del ejercito oficial y la de la oligarquía colombiana y ocultando las
atrocidades por estos cometidas.
El solo
medio de desinformación Caracol, envió al menos a 20 de sus hombres, hoy
miembros “honorarios del ejercito”, a estos cursos.
Los
“comunicadores” con uniforme camuflado, recibieron entrenamiento militar
como “armar y desarmar un fusil Galil” y realizaron polígono de
adaptación a 50 metros, llegando al extremo de que algunos quedaron
diciendo “ya estamos listo para ir a dar plomo”
Pero al
mismo tiempo que cooptaban a estos, a los incómodos o que no iban al
curso o los asesinaban o sacaban del país por medio de montajes para lo
cual se presta lo que llaman “justicia Colombiana”.
La lista
de periodistas colombianos que no se montaron en un vehículo militar,
que se no colocaron el uniforme y que tuvieron que dejar el país, fueron
asesinados o están encarcelados es bien, pero bien larga, pero de ellos
no se habla, ya que quienes deberían hablar o son miembros de ese
descompuesto ejercito de la oligarquía colombiana o atemorizados,
complicemente callan.
Fue el
propio Romeo Langlois que puso de nuevo el tema sobre el tapete cuando
dijo que "El trabajo de un periodista es cubrir todas las partes del
conflicto, la guerrilla, el Ejército, hay que seguir cubriéndolo, ojalá
que el Ejército siga llevando gente a cubrir zonas de conflicto, ojalá
haya periodistas que también vayan con la guerrilla para mostrar qué es
el diario vivir de los combatientes porque este conflicto no es
cubierto" e invito a los medios a llevar sus micrófonos al campo y
escuchar al pueblo.
Ademas
toco el meollo del asunto cuando dijo que “a veces la prensa y el
gobierno ha logrado vender imágenes distorsionadas, pero cuando uno
viene a estas zonas ve que la realidad es más compleja”
Las
declaraciones le valieron el desencanto de los “soldados por un día” o
periodistas colombianos que después comenzaron a referirse a el de modo
despectivo.
Fue el
mismo Caracol, donde sus “soldados” periodistas ademas denigraron del
“show” de la guerrilla, aduciendo que las liberaciones no debería ser un
show, pero se les olvida que ellos no dicen nada con los mismos
liberados y los shows en el llamado palacio de Nariño.
Me llamó
la atención de que en la liberación de Langlois, por ninguna parte
apareció “el Monazo” y su comunicado al que el general Javier Rey Navas,
le dio total credibilidad y tampoco el periodista Karl Penhaul, quien
fue supuestamente contactado por las Farc para filmar el comunicado del
“Monazo”.
Quedo al
desnudo el manejo de la información gubernamental en el conflicto,
donde se pretende engañar al pueblo y al mundo y de la forma mas
descarada.
El solo
final de este drama muestra como es la cosa, por sus “colegas”, por
contar la verdad es visto de forma despreciativa el periodista Langlois,
y el narcotraficante numero 82 (Uribe) no dudó en matricularlo en las
filas de las Farc-EP, como ya lo han hecho con cientos de periodistas
que luego de estos señalamientos debieron abandonar el país ya que estos
son ordenes de matar.
"Una
cosa es la curiosidad del periodista y otra la identificación con el
terrorismo" sentencio el narcotraficante Uribe y sus “colegas” callaron y
como dicen por allí, el que calla otorga.
Desde
afuera y si se toma como fuente los medios de desinformación oficiales,
Colombia parece un país ejemplar en materia de información. No obstante
la lógica de la guerra impuestas por la oligarquía colombiana, como
“soldados por un día” y otras mañas desnudadas por estos días, han
llevado a lo que hoy esta en cuestión.
Conocedores
de que mucha gente solo lee o escucha titulares, estos son muy bien
meditados así como los términos que son lo mas soeces posibles, para
causar el efecto por ellos deseado, el descrédito del opositor
político y buscando la polarización a tal extremo, que quien opine
diferente puede ser en cualquier momento asesinado por sus escuadrones
de la muerte, que ademas nos quieren hacer creer que ya no existen.
Mal
contados se dice son 136 los periodistas en los últimos 12 años, o sea
bajo los gobierno de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos y de los
expulsados del país no existen estadísticas y nada de raro tendría que
periodistas como Fredy Muñoz Altamirano, corresponsal de Telesur,
obligado a salir del país figure como 'turista' en Venezuela.
Pero
esta intimidación no se limita al interior del país, también han
pretendido extender sus mordazas al exterior buscando silenciar las
voces que denuncian sus atrocidades.
Radio
Café Stéreo, radio de exiliados políticos colombianas que se transmite
desde Suecia, es acosada constantemente por el terrorismo de estado y
sus tentáculos en Europa y el caso mas reciente se dio cuando lograron
coger la clave de la pagina colocando un comunicado falso
de la guerrilla (en junio 2012), donde esta supuestamente dice que
“vemos con visto bueno el tramite del proyecto de ley “marco jurídico
para la paz”, que actualmente cursa en el congreso de la república”, ley
que por lo demás hay que decir, cubriéndose bajo un supuesto de
negociaciones con la guerrilla busca sacar de la cárcel entre otros, a
los militares condenados por delitos de lesa humanidad.
Otro caso y bien diciente es del director de Anncol, Joaquín Pérez Becerra y el cierre por sin cuenta vez de la página ANNCOL.
Detrás del
cierre de Anncol y del los constantes saboteos a Radio Café Steréo esta
la oligarquía colombiana y su afán de acallar a los medios y a los
periodistas que no se colocan el uniforme del descompuesto ejercito de
la oligarquía colombiana y buscando evitar que lleguen, como lo pidió
Romero Langlois al pueblo y muestren la otra cara del conflicto.
Esa es la realidad de conflicto que sigue desnudando el manejo de la información en Colombia.
Por eso
los grandes medios ni los “soldados por un día” o periodistas, no hablan
de los mas de 3000 jóvenes asesinados a sangre fría para presentarlos
como guerrilleros, ni de los desperecido ni de los exiliados a quienes
también dan el titulo de turistas en el extranjero, ni de los
desplazados y solo hablan de los “secuestrados, asunto que le interesa y
le duele a la oligarquía.
¿Quienes
tienen recursos para compara periodistas, pagar jaquers que tumban o
sabotean paginas web, que cierran cuentas de twitter y que pretender
darle legitimidad a una ley que hecha para proteger terroristas de
estado?
¿Quienes pretenden seguir engañando a Colombia y al mundo?
Vìa:
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/20553-caso-langlois-y-la-desinformaci%C3%B3n-al-pueblo-colombiano-y-al-mundo.html
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/20553-caso-langlois-y-la-desinformaci%C3%B3n-al-pueblo-colombiano-y-al-mundo.html
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